"Desde que estoy casado he vivido las cosas más lindas de mi vida" esa fue la frase que un colega de trabajo compartió conmigo hoy. Estoy segura de que en el mundo debe haber millones de matrimonios felices, pero qué asombro encontrarme a este esposo, abierto, sincero, con el shungo lleno; sin ningún empacho y sin ninguna pose; no estábamos hablando de la vida personal, sino de la experiencia y para él su fuerza no eran sus maestrías, sus idiomas, sus altos cargos; para él su fortaleza eran los nueve años de matrimonio que cumple con su esposa, sobre lo que además agregó que "esa felicidad es la que le desearía a cualquier persona".
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